¿Has oído hablar de las escaras? Suenan muy parecido a la palabra escamas, ¿verdad? Bueno, aunque no se trate de esto precisamente, sí está asociada con una afección en la piel que, de no tratarse podría empeorar y llegar al tejido debajo de ésta, incluso a los órganos.
El hecho es que si quieres saber más acerca de este problema en la piel, permítenos contarte de qué trata, qué lo produce, cómo se previene y mucho más. ¡Presta atención!
¿Qué son las escaras?
Las escaras (también conocidas como úlceras por presión) no son más que heridas en la piel que aparecen cuando se expone constantemente a presión, roce o abrasión por deslizamiento. Todo esto genera la muerte de las células afectadas.
Este tipo de úlcera suelen aparecer en personas impedidas o con movilidad reducida. Pues, permanecer en una misma postura durante un largo tiempo es una de las principales causas de este problema.
Las zonas donde más predominan las escaras son las áreas con prominencias óseas: las rodillas, los talones, la parte inferior de la espalda, las caderas…
Síntomas y causas de las escaras
La úlcera por presión empieza con un enrojecimiento en la piel que se agrava con el curso del tiempo. Primero se forma una ampolla, después una llaga y finalmente aparece un cráter.
En cuanto a las causas, ya hablamos de la permanencia en una misma postura, pero los verdaderos elementos que causan estas lesiones son las siguientes:
- El roce permanente con sábanas y tejidos inorgánicos.
- Escasa hidratación o nutrición de la persona impedida.
- Mantener la piel húmeda.
- Falta de higiene.
- Problemas en la piel como sequedad o endemas.
Zonas frecuentes de las escaras
Comúnmente las escaras aparecen en zonas donde prevalece la presión y la fricción en personas encamadas o que están mucho tiempo sentadas.
Las zonas más afectadas en estos casos son:
- Codos y rodillas.
- Parte posterior de la cabeza y los hombros.
- Talones y tobillos.
- Sacro (la zona final de la columna).
- Zona lumbar.
Cómo prevenir las escaras
Partiendo de que estas lesiones están vinculadas con el tiempo que permanece una persona en una misma postura, ya sea que esté encamada o tumbada, la mejor forma de prevenir las escaras es eliminando sus causas.
Por lo tanto, recomendamos cambiar de postura a la persona con poca movilidad al menos dos o tres horas para evitar que los puntos más frágiles se presionen.
También es ideal usar tejidos de algodón en la ropa de cama y cambiarla -si es posible- diariamente. Justo en ese momento resulta conveniente revisar la piel de la persona y verificar que está en buen estado.
Tratamiento
A la hora de tratar las escaras hay que tener en cuenta su evolución o lo avanzado que esté. Ahora, por lo general, el tratamiento es el siguiente:
- Limpiar la herida frecuentemente.
- Aliviar la presión en las zonas afectadas.
- Utilizar apósitos para disminuir la fricción.
- Aplicar productos tópicos para cuidar la piel.
- Tratar la infección bacteriana con sus respectivos medicamentos.
- Mantener una dieta equilibrada.
- Realizar terapia física para recuperar movilidad.
Ya hemos culminado con nuestro artículo sobre las escaras, esperamos te sirva de mucha ayuda para conocer lo esencial sobre estas lesiones que es muy común en ancianos y personas con poca movilidad.